jueves, 13 de enero de 2011

Qué difícil es comprar un yoyó

... y parecerá una tontería.

Pues sí, el mismo día que escribía la anterior entrada se me antojó un yoyó tras ver esta otra de Microsiervos. ¿Quién no ha tenido alguna vez un chisme de estos?... Puede que las nuevas generaciones no sabrán ni lo que es XD XD. Me recordó una anécdota de hace unos años y como se me "iluminó" el concepto de cómo hacían los trucos (que por aquel entonces sin Internet solo había visto un par de demostraciones en la tele de más pequeño aún y no entendía como era posible).

Volví a casa por vacaciones y en el salón de mi casa pues había uno desenrollado encima de la mesa. —Anda, un yoyó. Cuánto tiempo hacía que no veía uno de estos. —Pues échale un vistazo porque no se puede enrollar Lo miro, y el cordel estaba puesto... como debe, y no como los que venden en los kioskos. Aunque por aquel entonces no lo sabía. —Claro es que habéis puesto la cuerda de tal forma que no queda enganchada y resbala... —Nosotros no hemos hecho nada. Cuando lo compramos ya estaba así. —¿Cómo?, que raro. Lo desmonto, echo un vistazo y no encuentro ningún lugar dónde enganchar el cordel. Era raro, antes de buscar el "Superglú" decido hacer una prueba. Lo monto, pongo la cuerda como estaba. Intento enrollarlo sin hacer fuerza para que no se desenrolle, lo lanzo (sin dar el golpe para "llamar al yoyo" cuando llega al final)... y se queda girando al final de la cuerda. Uhm... como era lógico... y justo la solución a lo que no entendía en mi infancia de como hacían los trucos que vi por la tele. —El yoyo está bien, es así como debe ser. —Pues no entiendo, ¿estás seguro? Mi respuesta fue: El perrito (hecho de forma cutre obviamente)

Lamentablemente ese yoyó desapareció, o murió, o a saber que pasó con él; pero me entretuve bastante esas vacaciones con el dichoso yoyó intentando hacer otras cosillas que recordaba de cuando era más pequeño y vi en la tele a alguien hacer trucos con el juguete (Posiblemente en el Un, Dos, Tres)

Solo sé hacer un par de cosas sencillas, y menos aún que sean vistosas... Pero bueno, pues como ya he dicho estoy buscando un yoyó de estos, no necesariamente de últimas tecnología con ejes de rodamientos ni que sean del tipo como un diábolo (como en el vídeo) con los siguientes resultados:


Vas buscando un yoyo y vuelves con esto.
  • Eroski: Ni siquiera he encontrado yoyós
  • Tienda de juguetes: Yoyós de Hello Kitty, así que ni siquiera intenté mirar si era de ese tipo
  • Bazar: Tenían unos miniyoyos de madera con la cuerda fija, y otros de Transformers o Gormitti o algo así
  • Kiosko: Yoyó de madera también con la cuerda fija. Al final lo compré, pero más que nada por tener también uno de este tipo (el de la primera foto).

A ver si algún día modifico esta entrada para decir que lo he conseguido XD.

jueves, 6 de enero de 2011

El que se fue a fumar

... perdió su silla.

Sip, literalmente. Termino un cubata en un bar, salgo a echar un pitillo, y la silla que estaba ocupando anteriormente me la birlan en el intervalo.

Noche de reyes. Pensaba haberlo probado el sábado anterior, pero se dio la oportunidad de probarlo la noche de reyes en la que particularmente había poca gente de fiesta. Así que decido salir. A tiro fijo como se debe hacer, obviamente. Voy a tal sitio (echo una partida al trivial), voy a otro lado, vuelvo al primer sitio y, si es bastante tarde o me siento con ganas, a la discoteca "donde puedes pasar el rato paseando aunque sea".

Bien, la nueva ley implica varias cosas cuando sales solo.

La primera es beber más rápido. Cuando tienes una bebida en la mano y estás solo, solo (nueva ortografía, ;P) hay un par de posibilidades mientras bebes, o piensas en tus cosas y vas disfrutando cada trago o música o piensas o te abstraes; o te entretienes con alguien conocido o desconocido (intentando ligar, por ejemplo). Yo soy de los primeros, variante de abstracción, el echarme un par de cigarros por cubata alargaba el tiempo en el que lo bebía en unos 15-30 minutos. Punto. Simplemente alternaba la decisión de fumar o beber en lo que estaba absorto en mis pensamientos (o la falta de ellos)

Como segundo está... como diría... la humedad en la boca. Yep, lo siento, el simplemente beber espirituosas lo noto como una salivación excesiva y empalagosa. En este sentido me da igual fumar que respirar profundamente o bostezar cada vez que pego un trago, pero sinceramente el fumar es más rápido y efectivo: Trago -> calada y arreglado (esto no significa que cada vez que beba, degustándolo, necesite un tener cigarro; pero viene muy bien cuando se está conversando para no duchar al oyente, cosa que a otros, los "no fumadores", o no preocupa o están escupiendo).

Tercero, olor. Yep, hay situaciones en las que se fuma simplemente por el olor, sea corporal propio, corporal ajeno o simplemente el ambiente. ¿Te acabas de tirar un pedo (o simplemente huele así sin tener que haber sido tú)?, enciende un cigarro. ¿El tío con el que hablas le canta la boca, ropa, sobaco o pies?, enciendes un pitillo. ¿Huele demasiado a lejía u otro edor que te parece peor que el tabaco?, enciendes un cigarro. Punto. Posiblemente a la gente no fumadora le parecerá peor mezclar olores, pero a mi personalmente no me importa ni me interesa; que se echen un kilo de Channel nº4 u otra colonia vomitiva que no sea Nenuco.

Cuarto, mi mano izquierda... ¿dónde la meto?. Versión extensa: Es como Julio Iglesias, al tío le gustaba meterse las manos en la chaqueta y cuando fue a Eurovisión le tuvieron que poner una chaqueta sin bolsillos. Pues esto es igual, si se sale solo; o la pista es tuya, o estás en la barra o un rincón disfrutando de cada trago de la bebida que tengas (o de la música o de tus pensamientos). Otra vez personalmente, si no estoy bailando no sé que hacer las manos (incluso a veces que estoy bailando y no sé que hacer con ellas. Una vez estuve con un vaso de tubo vacío en las manos en las manos para tener algo que sujetar)

Quinto, siempre he intentado en la medida de lo posible respetar a la gente que me rodea. Esto es un tema espinoso y polémico, la verdad. Mi intención siempre ha sido con los demás el respeto. Salgo con gente que no fuma, tanto aquí como allí... incluso cuando salgo solo intento apartar el cigarro y expulsar el humo hacia otro lado de la gente que me rodea. Si estoy en un lugar muy comprometido, lo hago lentamente hacia abajo (soy relativamente bajo), y para hacerse una idea, como si lo echaría hacia mi axila. No puedo controlar las corrientes de aire del local, haciendo que bastantes veces el humo vaya a dónde no quiero que vaya... :( . Pero sinceramente, veo peor el expulsar fuertemente el humo hacia arriba en medio de la gente como he visto bastantes mujeres mas bajas que yo. Los puros es otro tema a parte... intento separarme bastante más... eso sí, si tú te acercas yo no voy a ser quién me aparte. Respeto al tema del respeto... hay una cosa que me jode muuucho y es: fumar cuando alguien está comiendo. Como excepción decir que en mis tiempos de instituto me encantaba fumar un cigarro mientras comía un pepito de chocolate en el recreo. Pero no es lo mismo eso a que (por ejemplo) cuando tenemos banquete (bautizo, comunión, etc.) mi madre se eche un cigarro entre plato y plato; y que mi padre (también fumador) y yo le echemos la bronca por hacerlo y siempre discutamos.

Sexto, quemaduras. Las gente que me conoce sabe que en cuanto noto la situación "protejo" el cigarro, es decir lo agarro de tal forma que la punta se encuentra en la palma de mi mano. Sinceramente, me dan ganas de matar a aquellos que se desplazan por el bar lleno de gente con el cigarro agarrado de forma que parece que llegan una jeringuilla que van a poner a alguien (lo siento chicas fumadoras... pero en este aspecto ganáis por goleada y os merecéis un par de hostias)

Bueno..., conclusión. La nueva ley por culpa de las 4 primeras razones (ya que las otras dos no son razones sino desahogos) va a conseguir que no salga de fiesta solo y me quede en casa; o que si salgo lo haga para simplemente dar vueltas por la ciudad/pueblo. Sinceramente, prefiero hacer kilómetros vagando por la calle pensando, que gastarme en dos horas lo que normalmente gastaría en cuatro.